Luxación

Hace muchos años, en otra vida, concretamente noviembre de 2005, sufrí mi primera luxación. La odisea de las duchas, la inquietud de estarse quieta, todas las frustraciones y finalmente la "recuperación" me dejaron muy claro que no quiero repetirlo.

Las siguienes veces siempre me luxaba mientras bailaba. Tenía la suerte de tener un fisioterapeuta/quiromasajista a mano o cerca y enseguida estaba como nueva. Procuraba tener cuidado y se acababa arreglando sólo. Era un poco más cabra de lo que soy ahora y tampoco ponía suficiente cuidado. Por lo que no me sorprende que la gente me comentara que "caminaba raro". 

Recuerdo una noche en la que mi SuperSobri y una amiga suya salimos de parranda, me tocaba conducir y sin beber nada, lo daba todo en la pista. Caí al suelo y se reían de mí hasta que se dieron cuenta que no me iba a levantar... De repente apareció un chavalín que me tocó la rodilla, me aseguró que era fisioterapeuta, me tocó con sus manos mágicas y me lo arregló. Así que pude conducir a casa y no supuso casi nada en mi vida. Sólo que para aquél entonces me estaba preparando las pruebas físicas para vigilante de seguridad. Pero la suerte estaba de mi lado y el profesor era uno de los mejores fisioterapeutas de Huelva, me trató y me curó muy bien la rodilla. Desde entonces, no he vuelto a luxarme.

Hasta este sábado. Después de dormir 3 horas durante las anteriores 24 horas, me chuté un buen burn para el cuerpo (una vez al año no hace daño y llevaba 5 años sin tomarme ninguno), con mis tacones y totalmente emocionada, volví a darlo todo en la pista. No llegué a caerme, el susto me hizo reaccionar demasiado rápido y se me bajó todo el subidón que tenía.

Condenada a la silla durante el resto de la noche. ¿Lo mejor? Llegar a casa y tener el sofá nuevo con chaise longue esperándome para ayudar a recuperarme.

Poco a poco me vuelvo a recuperar, esta vez con más cuidado. Voy con rodillera, procuro evitar subir escaleras en la medida de lo posible y pongo cuidado de caminar bien para no volver a tener un andar raro. Y me he dado cuenta que no sólo nado muy mal, sino que también ando fatal.

Me niego a ir al traumatólogo.