martes, 12 de abril de 2016

Lo inútiles que somos

En mi trabajo, de vez en cuando, hay sesiones de coach organizadas para los clientes. Son sesiones de grupo, grupos grandes. Justo antes se da una conferencia motivacional muy buena. Creo que es algo muy positivo que ganan los clientes. No forma parte de lo que adquieren, pero es un extra valioso. 

Después de años trabajando para mi empresa y observando estas sesiones y charlas me doy cuenta que la Humanidad civilizada no se preocupa por generar nuevos valores. No piensa como grupo en el beneficio que puede aportar una introspección. No nos ayuda en esa lucha interior que todos acabamos teniendo para conocer quiénes somos y quiénes queremos ser... 

Cuando alguien viene para buscar apoyo en mí porque sabe que no juzgo y que la conozco lo suficiente como para poder ayudarle, siempre me encuentro con el mismo problema. La persona nunca se ha preocupado por conocerse a sí misma. Nunca ha intentado verse a sí misma como su propia enemiga, aceptarse y quererse. 

Ojo, a mí me queda mucho por aprender y agradezco que no lo sepa todo. Pero quería plasmar mis observaciones a día de hoy de lo que he podido apreciar últimamente. 

Veo lo fácil que una persona confiesa sus temores a los desconocidos amparado por saber que mañana no llamará al teléfono para recriminar nada. ¿A quién llamamos amigos si no podemos contarle que hemos sido maltratados por nuestros compañeros de clase, nuestra pareja o que nos gustaría tirar a nuestro hijo por la ventana por las noches? ¿Por qué tenemos ese miedo a exponernos hacia afuera si nadie nos hará más daño del que podemos hacernos a nosotros mismos? 

Hay dos cosas que me ha costado mucho admitir y aceptar. Pero sólo se lo contaré a quien tenga ganas de escuchar, no a quien viene a cotillear. Han sido años de trabajo, de no creerlo, de odiarme por ello, de creer que no merezco lo bueno que tengo, de callarlo por el daño que me hacía... 

Me doy cuenta que las sesiones grupales de coach sólo tratan lo positivo porque saben que hablar de lo malo sólo es generar dolor en una sociedad que está enferma por ocultar sus verdades en el trastero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por aportarme algo más ;-)