Hay personas en la vida que nos trastocan nuestra existencia y terminas por no comprender el mundo que conoces porque te esperas unas reacciones que nunca llegan, en cambio hacen unas cosas que jamás te esperarías.
Soy una persona que requiere mucha paciencia por los demás. Soy rara, extraña y con mucha personalidad propia. Y sin ser excéntrica, desespero un poco a la gente que procura poner un mínimo interés en conocerme.
No soy lo mejorcito, pero tampoco soy lo peor que puedas conocer. Soy alguien que sigue buscándose a sí misma en cada gesto que encuentra.
Pero no fue siempre así. Hubo una época en la que sólo quería comerme el mundo, en el que nadie sabía más que yo, en el que era genial y no importaba lo de nadie jamás. En el que yo me quería a través de lo que me quería la gente... Obviamente las consecuencias de ello son inmemorables.
De esa época oscura conozco a personas que me ayudaron mucho, muchísimo. Pero les costó superar mi desequilibrio: mis Frikis.
Terminaron haciéndome sentir lo peor del mundo. No les quito la razón, pero al final acabé bastante subyugada a sus antojos. Quería que me adoraran, que me aceptaran, que supieran que he cambiado, que ya no me importan tanto como antes, pero que seguían siendo muy especiales para mí porque me conocieron en mi época más oscura.
Pero ayer, todo eso, daba igual. Quien importaban eran los novios, lo especial era la boda y todo lo que ello representa. No iban a evitar que los volviera a ver, ni verme a mí, pero iba a procurar ser feliz en un acontecimiento impresionante.
Así que me puse las galas que me apetecía ponerme sin importarme a quién iba a ver. Eso sí, con muchísimas ganas de ser muy traviesa, pero no porque ellos me verían (un poco sí, todo hay que reconocerlo), sino porque tenía el ánimo subido.
Parece ser que las horas de gimnasio empiezan a obtener sus frutos y la ayuda de una nutricionista está aportando un subidón de autoestima loable.
Vuelvo a tener ganas de comerme el mundo, pero no de la misma manera. Me calcé unos taconazos permisibles, unas medias interesantes y un vestido que ha quitado el hipo a más de uno. Uno de mis comentarios favoritos fue por parte del comentarista más genial que conozco en persona:
"Tu colgante ha dado mucho que hablar a todos". Unido a otro que no puedo transcribir por privacidad.
Ha sido una noche en la que he visto a unos muy buenos amigos tremendamente feliz y entusiasmados con su enlace matrimonial. Han cumplido sus deseos y lo han hecho a su manera. Demostrándose mutuamente un amor profundo y haciendo partícipe a las personas que más les importan de ello. No han hecho un teatro con papeles de princesas.
Eso es lo único que me importa. Todo lo demás... sólo es un extra, pero no un motivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por aportarme algo más ;-)