Como he dicho en la entrada anterior, tengo límites a la hora de postear. Por diferentes motivos, porque están acordados con una persona, porque no quiero que las lean personas que entran en mi blog (aunque siempre he sido de las que me da igual que lo lea quien lo lea, he tenido muy malas experiencias con quien lo lea alguien que se ha dado por aludido sin ser la persona de la que hablaba), porque no he tenido tiempo para escribir cuando han pasado, porque ya no tengo las mismas fuerzas.
Pero hay cosas que me gustaría hablar y no puedo:
- Sobre mi trabajo. No contaros dónde trabajo, pero sí sobre la gente que me rodea.
- Sobre los cambios de situación con Mi Contrario.
- Sobre Mi Contrario.
- Sobre mi familia.
No son muchas cosas, pero son justo todas esas cosas que rodean toda mi vida. Si no puedo escribir sobre ellas aquí, esto pierde un poco el sentido y espero que lo entendáis.
Han sido 8 años blogueando, cinco y medio o más de los cuales he posteado sin filtro. Ahora ya nada es lo mismo...
Te entiendo, Zana
ResponderEliminarParece que este medio pueda sacarnos los colores cuando quiere, y hemos perdido el poder controlar nuestra privacidad. El miedo a que nuestro nick no nos cubra lo suficiente como el manto invisible del Hades, o que alguien de nuestro pasado dé con nosotros, y los cambios que vamos dando a medida que pasa la vida, convierte tu lugar secreto (eso era mi blog hace diez años), en un lugar abierto a todo el mundo. Hay gente que se dedica a rastrear para las empresas, y tu cv se extiende a cuentas en las redes sociales, algo que debería ser privado (yo digo lo que quiero y me parece entre mis amigos y esa parte de mí es privada no "trabajo"). Estos tiempos han revuelto todo. En mi caso, al final, lo necesito, necesito expresar lo que siento o exploto.
Haz lo que sientas y siempre estará bien.
Irish póg,
Larita
No sé lo que siento, básicamente.
EliminarOtro póg para tiiii!!!
Te entiendo perfectamente. Precisamente ese tipo de cosas, esa falta de filtro me ha llevado tener problemas en sus momentos... y lógicamente, terminas aprendiendo a base de ostias... pero si has tenido la suerte de no llegar a esos niveles... muchísimo mejor, la verdad, no es algo que le desee a nadie.
ResponderEliminarYa, pero no sé... se echa mucho de menos :-/
EliminarYo recuerdo mi primer blog del 2003...¡cuánto espacio!...se podía escribir con libertad. Ahora hasta mis sobrinos adolescentes tienen facebook, y me los encuentro en la red. Yo, por eso soy muy nómada. Cambio la dirección y mi usuario cada cierto tiempo, y jamás le doy mi blog a nadie...¡NADIE!
ResponderEliminarYo también quisiera hablar sobre mi trabajo, mi matrimonio y mi familia. De mi trabajo hablo más como una experiencia mía, sin decir nombres, sin hablar de asuntos terapéuticos...va, sólo anécdotas inofensivas. De mi matrimonio hablo, pero estoy prohibida - ¡prohibidísima!- de mencionar su nombre o cosas muy personales. De mi familia hablo porque nadie sabe que tengo blog. Y bueno, jamás pongo fotos mías porque ya no se goza de la misma libertad que antes. Sí que se echa de menos la época de no necesitar ponerle marca de agua a las cosas y simplemente escribir sin temor a que alguien "te comparta" jejejeje...pero bueno, es el riesgo de la red hasta que nos volvamos a acomodar nuevamente en las reglas de este mundo virtual.
Un beso ...
Efectivamente, pero he intentado de todo y nada es lo mismo... es la pena que me da. Pero es como dices, a ver si consigo acomodarme a las nuevas reglas del juego.
Eliminar